Spirit Lake
miércoles, 20 de febrero de 2013
Nuestra madre debería haberte llamado Laïka
jueves, 19 de enero de 2012
La otra tormenta
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Simbolismo Onírico II
jueves, 29 de septiembre de 2011
El nombre que sonríe
Iba sentada al lado mío, del lado del pasillo y con la cabeza inclinada hacia adelante. Con cada movimiento del colectivo sus rulos se tambaleaban como resortes estirados. Mientras tanto, yo trataba de leer, pero el vaivén terminó por mezclar todas las letras del libro en un tejido imposible de descifrar y que, para colmo, logró marearme. Desistí. Abrí un poco la ventana y me puse a mirar los autos que pasaban. Cuando nos acercábamos a nuestra parada le toque el hombro con cuidado para no asustarla. De todos modos, se sobresaltó un poco. Detrás de los lentes, sus ojos subieron y bajaron en parpadeos que la ayudaron a volver rápidamente a la realidad. Bostezó. “Soñé”, me dijo. “Te juro que soñé”. Y empezó a contarme lo que había visto mientras dormía. Nos bajamos del colectivo y nos despedimos hasta el día siguiente, en el cual seguramente me esperaría un nuevo relato acerca de sus sueños.
viernes, 23 de septiembre de 2011
miércoles, 20 de julio de 2011
Por aquellos días el valor de lo externo a uno se había elevado, devaluando a los procedimientos internos. El aire se llenaba con palabras vacías y carentes de sentido; bellas, sí, en algunos casos, pero sólo eso.
A nadie se le permitía decir lo que pensaba y los sueños eran reprimidos por una gris y estricta consciencia colectiva que dominaba a las individuales: éstos deleitaban cada noche a los habitantes de la ciudad, para luego abandonar sus mentes y nunca volver.sábado, 19 de marzo de 2011
Pero en los últimos días habían descubierto un nuevo mundo que los había cautivado: el anhelo, que era la imagen en negativo de un recuerdo. Por eso, justamente, mucho mejor: todavía quedaba vivirlo, y todavía quedaba recordarlo.